El pasado
año ya hablamos del muérdago
como decoración. Hoy ahondaremos un
poco más, para saber de donde viene esta creencia de dar un beso bajo el muérdago.
El origen de los poderes románticos de esta planta tenemos que
buscarla en la tradición escandinava.
Se dice
que cuando Balder, dios de la primavera
en las tradiciones nórdicas, era apenas un niño, su madre, Frigga, diosa del
amor y la belleza, tuvo un sueño en el que se le alertaba sobre la muerte de su
hijo. Además, a la mujer se le advertía que cuando esto ocurriera, todo
ser viviente sobre la tierra perecería con él, desatándose el caos y la
desgracia y sumiendo a la tierra en un invierno perpetuo.
En un
intento por cambiar el destino de su hijo, Frigga habló con los cuatro
elementos y todo ser viviente, haciéndoles prometer que nada ni nadie harían
daño a Balder. Sin embrago, en su lucha
contra el destino, Frigga no pidió ayuda al muérdago, por
considerarlo un ser insignificante e inofensivo. Ese fue el gran error
de la diosa, ya que a raíz de eso, el
malvado dios Loki, vio en esta planta una oportunidad para quitarle la
vida a Balder. Así, elaboró una lanza con punta de muérdago para atacarlo.
Con la
muerte de Balder, se cumplió la profecía, y al instante, el cielo palideció y
las plantas comenzaron a morir, a la
par que el planeta se envolvió por primera vez en la crudeza del invierno. Frigga lloró desconsoladamente, hasta que finalmente conmovió a
los dioses, quienes le devolvieron la vida a su hijo, asegurándose de castigar a la pequeña planta que había
causado tanta desdicha.
Sin
embargo, una vez vuelto a la vida, como
muestra de amor y agradecimiento a su madre, Balder decidió liberar del
maleficio a la planta y ordenó que a partir de ese momento, cada
vez que una pareja pasase bajo una rama de muérdago,
se besase para perpetuar el amor en la tierra.
Finalmente, los cristianos incorporaron este
símbolo pagano a su tradición como elemento que representaba el amor y la vida eterna. De ahí
que esta tradición haya llegado hasta nuestros días como parte
fundamental de las tradiciones de Navidad.